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Resulta que sí había jugadores en las divisiones inferiores


La reciente venta de Lisandro Martínez al Ajax de Holanda en una suma exorbitante pone de nuevo sobre la mesa el verdadero problema de nuestras juveniles, la inserción en primera división.

Para ser más gráficos veamos esta infografía donde se expresan el valor de las principales ventas de los últimos 5 años. ¿Había o no había buen material en inferiores?

Los ingresos, entre ventas y posibles ventas, es de U$D 30.895.000- (17.195.000 ventas efectivas + 13.700.000 posibles por Moreno y Barrenechea). Esto sin contar los porcentajes que aún conservamos por futuras ventas de estos jugadores (por Ponce podrían entrar aproximadamente 2 millones de dólares en breve, por ejemplo). Demás está decir que estas cifras podrían ser mayores, teniendo en cuenta que muchos de los jugadores se malvendieron o se regalaron directamente.

Luego de la recuperación del club, en los primeros años, para poder recomponer las inferiores se captaron jugadores grandes de 15, 16, 17 años a los que se les dio una formación básica y se los puso a jugar (un ejemplo es Martín Tonso). Los frutos de la captación bien instrumentada en edades tempranas son los que están saliendo ahora, como son los jugadores que ya debutaron Aníbal Moreno, Francisco González o Enzo Barrenechea, que aún no debutó pero que cobró imagen pública por el interés de clubes europeos de contratarlo.

Durante las elecciones en 2016 fuimos la única agrupación que decidió apoyar el proceso de divisiones inferiores que llevaron adelante Theyler, en un primer momento, y Picerni. Pero no sin hacer eje en el verdadero problema que teníamos y que aún tenemos: la transición a primera división y las decisiones políticas para generar un entorno que facilite la proyección de los juveniles. Lo dijimos en cada debate, en cada declaración.

Entonces lo que queda claro de todo esto es que tanto ayer frenando el ascenso de nuestros juveniles como hoy vendiendo por cualquier precio a los mismos, el modelo fracasa. Fracasa porque hace falta un proyecto y un desarrollo pensado de nuestro sistema de juveniles, sin lugar a la improvisación.

Newell’s necesita salir del estancamiento. Necesita crecer, dejar de pensar y militar como si fuera una charla de café y empezar a poner la investigación, la ciencia y el análisis delante del carro. El Newell’s del futuro lo tenemos que empezar a construir colectivamente con proyectos e ideas que nos hagan crecer, sin mezquindades. La situación actual es mala. ¿Queremos seguir así los próximos 50 años o sentar las bases para empezar a ser un club de elite? Desde Autoconvocados creemos que podemos y debemos elegir la segunda opción.


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